
La crianza con apego está de moda. Hay cientos de grupos en Facebook, blogs, páginas y páginas sobre este tema Pero ¿qué es el apego?
Me gustaría empezar por lo que no es. El apego NO es portear al bebé, ni hacer colecho, ni amamantar hasta los cinco años. El apego no tiene nada que ver con estas prácticas. Una mamá puede amamantar, hacer colecho, portear y aun así no estar favoreciendo un apego seguro en su bebé.
El apego es algo que el bebé hace cuando nace: apegarse. Se apega a la figura maternante que tiene a la mano. Normalmente la madre. Es un instinto más como llorar cuando le pasa algo, un reflejo más como el de succión, el del moro, el de extrusión y todos los demás. ¿Y por qué lo hace? Para sobrevivir. Si no hubiera nacido con la capacidad de apegarse o esa capacidad estuviera condicionada, entonces, el ser humano se habría extinguido hace miles de años.
Entonces, ¿a qué viene tanta historia con el apego? ¿No hay que hacer nada para que un bebé se apegue? La respuesta es que no, no habría que hacer nada. De hecho decir crianza con apego no tiene sentido, debería ser una redundancia, como decir subir arriba. El bebé nace y se apega. Se apega con un chupón, se apega con una mantita, con un osito de peluche. ¿Por qué no se apega a su madre? ¿por qué hay tantos niños y adultos con problemas de apego?
El problema con el apego no es el niño que acaba de nacer. El bebé se apega y ya. Pero, como para pelearse, para apegarse también hacen falta dos: un bebé y una figura maternante. Aquí está la cuestión. La madre tiene que ejercer de figura a la que apegarse y esto es lo que dificulta el apego seguro. Si no hay nadie a quien apegarme, no puedo hacerlo.
Nosotras las mamás hemos perdido el instinto de apego. Nuestras madres ya lo habían perdido. Se limitaron a sobrevivir emocionalmente y no había más que nos pudieran ofrecer. Esa distancia emocional con nuestra propia mamá hizo que nosotras tuviéramos que sobrevivir sin el apego seguro que tanto anhelamos para nuestros hijos.
La falta de contacto físico, de sustancia materna (como diría Laura Gutman), de confort, de contención emocional, de apoyo incondicional, de presencia, de ternura, de disponibilidad, del que carecimos de niñas, es el mismo del que carecemos ahora de adultas. La cosa no fue muy diferente en nuestra infancia.
Crecimos en la distancia emocional como pudimos. Pero ahora somos mamás y revivimos nuestras historias de apego inseguro de nuestra infancia. Queremos darle lo mejor a nuestros hijos, les cargamos, les damos la teta, leemos el libro y lo seguimos a pies juntillas. Y aun así nuestros bebés siguen demandando mamá y no entendemos qué más tenemos que darles. Según crecen los problemas de apego se hacen más evidentes. No digamos en la adolescencia.
¿Y qué pasó? ¿Qué faltó? Faltó figura maternante. Faltó presencia, disponibilidad, blandura, disponibilidad emocional, aceptación incondicional. Faltó cuerpo, calor, movimiento, ternura.
¡Pero si yo le di todo! Exacto. Le diste todo lo que tenías. Y no se te puede pedir más. Le diste todo lo que estaba en tu mano. Y eso te hace la mejor mamá que tu bebé pudo tener.
El problema del apego es en realidad un problema de consciencia. De falta de consciencia sobre nuestras propias carencias infantiles. Sobre nuestra falta de maternaje. Sobre nuestra falta de modelo materno. Ese es el modelo que deberíamos tener introyectado en nuestro ser. Pero en lugar de ese, tenemos el otro. ¿Somos culpables? No. ¿Somos malas madres? No. ¿Nuestras madres lo fueron? Claro que no. Tuvimos la mejor madre que pudimos tener bajo las circunstancias en las que se formó. Somos la mejor madre que podemos ser en las circunstancias en las que devinimos madres.
¿Cómo puedo crear un apego seguro en mi bebé? Primero tomando conciencia de tus propias carencias emocionales. Luego de tus propias limitaciones como madre. Reconocerlas y aceptarlas tal y como son. Sin pretender se mejor de lo que eres, pero sin esconderlas tampoco. Después poniendo mucha consciencia sobre ellas, dándote permiso para fallar, para ser humana y así poder volver hacia tu interior. Hacia lo que sí hay. Mirar a los ojos a la sombra y decir: ok, está bien, pero es hora de dar un paso hacia adelante.
Un gran paso es reconocer que tu bebé está bien, que sus reclamos son legítimos. Que si me necesita es porque no me tiene, o no me tiene lo suficiente. Pero que si él así lo reclama, él está en lo cierto, porque él todavía está bien. Obligarlo a dormir solo, a comer lo que no quiere, doblegarlo, someterlo a la voluntad de terceros (familia, doctores, etc.) es repetir el círculo.
La crianza así es más difícil para nosotras. Pero se lo debemos a nuestros hijos. Somos una generación que queremos dar lo que no hemos recibido. Esto nos honra. Somos mamás vórtice. Estamos aquí para cambiar el mundo, queramos o no. Ya lo hicieron antes las que reclamaron los derechos para las mujeres. Las que nos dieron la capacidad de votar. Ahora nos toca a nosotras defender las necesidades de nuestros hijos. Reconocer que yo también necesito estar 24 horas al día con él, sin vergüenza. Y reconocer también que ya no soporto más estar con él, sin culpa. Sacarle de las fauces de un doctor desconsiderado. Llevarlo a mi cama aunque su propio padre no lo entienda.
El porteo, el colecho, la lactancia son herramientas que nos pueden ayudar a que la vida pegadas a nuestro bebé sea más fácil y más agradable. Nos ayudan a conectar con nuestro bebé, pero sobre todo nos ayudan a conectar con nosotras mismas, con nuestro ser esencial, con nuestro instinto maternal. Pero muchas veces lo que encontramos en la conexión no es lo que esperábamos. A veces encontramos incomodidad, rechazo por el bebé, somos incapaces de dar una gota más de nosotras mismas. Esto no es porque somos malas madres, ni debemos sentir culpa. Esto son sólo síntomas, pruebas de nuestra propia falta de maternaje. De nuestra necesidad desmedida que, como un agujero en el alma, drena toda nuestra ternura y capacidad de dar amor.
¿Qué hacer cuando esto pasa? Primero tomar consciencia. Después hablar a nuestro bebé. Decirle lo que nos pasa. Lo que nos pasó. Que estamos ahí para él, pero que necesitamos un momento, un poco de la energía que nos queda para ponernos una vendita y seguir entregándole lo que tenemos. Que no nos vamos a ir a ningún sitio. Que estamos y estaremos para ellos. Ellos lo entenderán.
Y en cuanto podamos pedir ayuda. Gritar ayuda. No a nuestro esposo o a nuestra mamá. Ellos no sabrán ni de qué les estamos hablando. Me refiero a grupos de mujeres en nuestra misma situación y también a ayuda profesional especializada. Hay muchos expertos en inteligencia emocional, en sanar infancias desde adultos, psicólogos especialistas en apego, terapia de familia, constelaciones familiares, coaching para mamás, terapia de sanación emocional, biodanza, a cualquier terapia que te reconecte con tu ser. No importa qué terapia tomes. Pide ayuda, acepta ayuda.
Ahora es un momento fundamental en la vida de tu bebé, pero aunque ya haya pasado el tiempo, nunca es tarde para sanar.
Al fin de vuelta! Tenía muchas ganas de leerte!! Me encanto este post!
Vaya que has quitado el valor al apego..y todo por vebder tus cursos de coaching..desvalorizas el valor de la figura paterna y de la abuela al indicar que no podamos ayuda en ellos..además desfiguras los conceptos de Laura Gutman…vaya que mal…y no me interesa recibir ningún comentario ni nada pero forzosamente me pide corre pfff
Siento que no te haya gustado. El objetivo era justo el contrario, poner más valor que el que tiene la crianza con apego y apoyar a las madres para que puedan dar lo mejor de si a sus bebés. Creo que tampoco se ha entendido lo de pedir ayuda. De todas maneras, gracias por tu opinión. Me ayuda mucho. Espero estar más acertada y ser más clara con el próximo post. Créeme, estamos en lo mismo: apoyar que más niños se críen con apego. Abrazos!
Me gusto mucho lo que escribes. Es como si hubieras leído mi mente. Así estoy, quiero dar mas… Que no le falte nada, pero al mismo tiempo me siento cansada… Siento que no hay mas para dar. El amor lo tengo, esta. A veces un par de días que dejo pasar y todo a la normalidad. Pero siempre regresan los días en que sientes que ya no puedes mas. Su exigencia y reclamos aumentan. Es bueno tener una idea del porque. Gracias!
Gracias por tu comentario!
Hola gracias por escribir eso que necesitaba leer, asi me siento aveces que ya no puedo mas y auNQUE SE que me fakta mucho por vivir con mi bebe pues apenas ella tiene un año siento que me canso mas rapido, ya que es muy exigente y me hace michas rabietas que aveces digo que algo estoy haciendo mal, y su pediatra me recomendo la guarderia y apenas lleva una semana y llora demasiado y me dijo que se tendra que acostumbrar para ya no estar tan apegada a mi aser dependiente de mi, ya que ko me dejaba hacer adsolutamente nada, y siento culpa al dejarla y verla llorar ya que desde que nacio solo a estado conmigo sin convivir con mas personas que conmigo, y pues empezare atrabajar y tengo que hacer que se acostumbre, no se que hacer mas?
Ser mamá no es nada fácil. Muchísimas veces nos sentimos desbordadas por las demandas de nuestros bebés. No estamos preparadas emocionalmente para esto. No estás haciendo nada mal. Ni tu bebé es exigente. ES un bebé perfectamente normal. Nos venden una imagen de bebé en su cuna mirando al techo sonriendo que no es real. Los bebés demandan por su instinto de supervivencia. Enhorabuena, si tu bebé sólo quiere estar contigo es porque es normal. No tiene ningún problema, no está deprimido, ni tiene un conflicto de apego, como tendría si no quisiera estar pegado a ti. Eso es lo que no es normal. En cuanto al pediatra, por mucha bata blanca que tenga y muchos diplomas en la pared, de crianza sólo tiene “su opinión”, como tú tienes la tuya y su abuela la mía, sólo que de tu bebé nadie sabe más que tú. En la carrera de pediatría les enseñan de enfermedades infantiles, no de crianza. Y tu bebé está perfectamente sana. No es un psicólogo, menos un psicólogo infantil y mucho menos un psicólogo infantil experto en apego. Si lo fuera, te diría que no es conveniente separar a un bebé de su cuidador principal (tú) hasta al menos los tres años, y si lo tienes que llevar a la guardería que fuera a partir de los dos años y menos de un tercio del tiempo que está despierto, es decir, tres o cuatro horas diarias. Yo se que esto es difícil. A veces una tiene que volver a trabajar. Otras veces, es que no puedes más con tu bebé. Sólo tú sabes cuales son tus circunstancias. Yo te entiendo muy bien, pero desde luego eso de llevarlo para que se vaya acostumbrando es malo para tu bebé porque cuanto más tarde lo lleves, más maduro estará su cerebro, su centro emocional, más fuertes serán los lazos establecidos con él, su autoestima, su sensación de seguridad, y un largo etcétera. Y desde luego, si tu bebé llora y tú lloras… ¿qué sentido tiene? Sácala de la guardería ya! Y busca ayuda para ti. Un circulo de mamás, otras mamás con quien hablar, haz actividades con tu hija, sal de casa, id al parque, que os de el aire, lo que sea que te ayude. En cuanto a todo esto que te digo sobe el apego, si quieres bibliografía por favor, mándame un email. Te puedo recomendar decenas de libros y estudios para que le lleves a tu pediatra. Espero haberte ayudado y que los pediatras que me leen me perdonen, o no, la verdad es que ya está bien de confundir a las mamás y desempoderarlas, y no digamos ya de hacer un daño psicológico irreparable a los niños por su soberbia. Te mando un beso y mucho ánimo!
Quiero decir, en primero lugar, que el título me pareció desatinado: el texto es bueno así como el contenido. Y Cuando esto es así No hace falta utilizar recursos falaces discursivos para atraer lectores.
Y digo esto porque efectivamente el texto es bueno. Explica muy bien una idea que muchas pensamos, la cuestión de la “comercialización” de las maneras de crianza.
Es decir: como si el mercado hubiese tomado a la maternidad (tambien) y la hubiera vuelto de su bando.
Estoy completamente de acuerdo en esta cuestión de que el apego es lo natural, y que se lo “vende” como algo extraordinario.
Sin embargo, ello me lleva a dos reflexiones: o somos muy tontas y no nos damos cuenta de esto, o estamos muy necesitados de afecto…
Muchas gracias por tu post. Encantada de conocerte, me subscribí.
Hasta pronto.
Creo firmemente en que no debería existir la crianza con apego, en que no debería ser necesaria o siquiera un planteamiento de crianza. Tampoco deberían existir planteamientos de crianza. Quiero decir, es como decir “matrimonio respetuoso”. Eso no existe, no entra en la cabeza de nadie. Quizá porque es políticamente incorrecto reconocer un matrimonio donde no existe el respeto, pero aún es válido y defendible (para algunos claro), gritar, pegar, contrariar, no dar opciones, no ser justo con los hijos de uno. ¿No es una locura? Efectivamente, se utiliza para vendernos cosas. No creo que seamos tontas. Creo que toda la ayuda para volver a la esencia debe ser bienvenida. El problema es que se utiliza para decir que es una moda, que somos las locas del apego, de la teta, que lo que pasa es que somos incapaces de poner límites a nuestros hijos. Pero creo que cuantas más voces seamos y más de moda esté, de alguna manera será mejor. ¡Gracias por tu comentario!
Eva MArtìnez, leì la respuesta que le diste a Lili….yo creo que eso de “daños psicològicos irreparables” es muy dràmatico y cualquier madre primeriza podrìa hasta asustarse, las circunstancias no son tàn sencillas como “sacalà de la guarderìa, ya!” los seres humanos y màs los niños estan preparados para “acomodarse” (no en lo inmediato) a los cambios en nuestras vidas y màs cuàndo son o fuimos pequeños, por àquello de la supervivencia. En fin el punto que quiero tocar es que muchas madres por la vida en que vivimos o sistema social….hay que trabajar y màs àquellas que son madres solteras o no cuentan con un apoyo familiar de confianza, porque esas son sus circunstancias actuales. Los pediatras….tienen un tìtulo por bases cientìficas comprobables en un 90%…pero no pasaron años estudiando para que uno como madre tenga que llevarles libros para “enseñarles” algo que ni los psicològos, psquiatras pueden tener el 100% de conocimiento. La soberbia es lo que nos quita el poder de aprender y escuchar a muchas personas que por experiencia o estudios nos puedan dar herramientas para ayudarnos. Pero el pretender que por “ser una sabia en la maternidad y crianza” debemos de ignorar a los mèdicos….es algo que està lleno de SOBERBIA. Yo soy madre primeriza y entre mèdicos obstetras, enfermeras de maternidad, psicològos de la gestalt, observando a mi propio bebè y un poco de yoga me ayudaron mucho a criar a mi hijo de la mejor manera posible sin culpas, aceptando mis capacidades y debilidades como mis circunstancias de vida en ese momento. Cada madre, niño somos diferentes y querer estandarizar modelos de crianza…le llamo NEGOCIO GLOBAL. En el interior de cada mujer cuando es madre….hay esa voz interna que NUNCA ESCUCHAMOS y esa es a la que màs debemos hacer caso….el instinto maternal es lo màs inexplicable y sabio que tiene una mujer, chicas….a criar a sus hijos como puedan y como quieran pero en cada acto sea de AMOR, BONDAD Y GENEROSIDAD eso jamàs falla.
En primer lugar te doy las gracias por compartir tu opinión. En el caso de esta mamá, si ella no está trabajando, su bebé llora por ir a la guardería y ella también llora porque no le hace feliz. ¿Cuál es el punto de que vaya? Esa es mi opinión y esa mamá la pidió. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que cada madre y niño es diferente y en lo del negocio global también. Yo entiendo que todos los profesionales lo son porque quieren aportar algo, o al menos ese es mi caso: quiero apoyar a quien lo necesite y se que no me voy a hacer rica con eso, ¡ni cerca me voy a quedar!. También estoy de acuerdo contigo en que nunca escuchamos nuestra voz, eso es así, pero poco a poco podemos reconectarnos con nosotras mismas. Igual en lo que dices del amor, bondad y generosidad. Una madre siempre toma decisiones de esa forma. En cuanto a los pediatras, lo que digo en el comentario es que tienen unos conocimientos buenísimos y son buenísimos profesionales, pero que en ese 90% de fiabilidad del que hablas, no les enseñaron nada de crianza. Sólo hay unos pocos que se han preocupado de actualizarse y ampliar sus conocimientos. Y seguramente tú has dado con ellos. Te doy mi enhorabuena. Nunca jamás le diría a nadie que ignorase los consejos de un pediatra, los consejos médicos pero no de crianza. También estoy de acuerdo contigo en cuanto a la soberbia que mencionas. Siempre hay que estar dispuesto a aprender y a escuchar. Y desde luego no tomarse a la ligera el proceso de desarrollo emocional y neuronal de bebés de entre cero y tres años. Esto va por todos los profesionales de todas las categorías que tienen contacto con ellos. Por supuesto también los psicólogos que tampoco tienen el 100% del conocimiento. Yo lamento que igual tú tuviste que enviar a tu bebé muy pronto a la guardería y por eso te está afectando tanto mi comentario. No lo se. A veces es necesario. Las mamás lo tenemos muy difícil en ese sentido. El sistema no ayuda mucho en eso. Créeme que te entiendo porque alguien que no soy yo también se hace cargo de mi bebé en este momento. Pero no es el caso de esta mamá que sí puede esperar a que su bebé esté un poco más maduro y a estar ella misma más preparada emocionalmente para dar el paso. Te vuelvo a dar las gracias por tu comentario. Me ayuda mucho.
Hola Eva, quisiera que me ayudes con literatura sobre estos temas, como puedo hacer?
Claro. Para empezar yo te recomendaría leer a Carlos González, todo, pero sobre todo su libro Bésame mucho. También a Laura Gutman, puedes empezar por La maternidad y el encuentro con la propia sombra, ahora lo han reeditado. Y a Rosa Jové, algún título que te llame la atención, es psicóloga infantil especializada en trauma y es muy fácil de leer. Para lo que necesites aquí estoy. Te dejo mi e-mail eva@criandoenequilibrio.com Un abrazo!
A mi me causo curiosidad el titulo, si no probablemente no lo hubiera leido. Yo no practico la “crianza con apego” como la describen, con la LM, el colecho, etc. Lo respeto, pero no es lo mio, pero ahora me doy cuenta por qué. Me has hecho entender muchas cosas, y calza todo lo que dices con respecto a nuestras madres. Yo talvez sin querer he repetido lo que viví, aunque se las carencias emocionales que tuve en mi infancia y trato de corregirlo con mis hijos. Pero hay algo en mi que es definitivamente un desapego y ahora lo entiendo. Muchas gracias por tu post. Me has dado una valiosa herramienta para corregir mi camino. Un abrazo
Muchas gracias a ti. Eres muy valiente por aceptar ver. Eso es lo más difícil. Te mando un abrazo
Muy pero muy bueno! 🙂 Tu analisis, tus respuestas, creo que tenes toda la razon. crianza con apego es como decir matrimonio respetuoso, el tema esta en la conciencia que tomemos como mujeres y madres. muy buenoooooooooooooooooooo, te sigo!
Me encanta que te guste. Gracias por comentar!
El texto me parece muy poco cordial y severamente crítico, me produce rechazo. Creo fuertemente en que cada madre hace por sus hijos lo mejor posible y las críticas, aunque válidas no son un aporte, porque cada madre verá que y cual necesidad aportar y satisfacer, a su hija o hijo.
Desde luego. No se critica a las mamás en el artículo. Hacemos lo que podemos, todas, por amor. Todas tomamos las decisiones que tomamos porque creemos que son lo mejor para nuestro hijo. Al contrario, se trata de empoderar a las mamás y de que sientan que todas estamos en el mismo barco, que sentimos lo mismo, o parecido y que lo que no está bien es la soledad con la que se vive la crianza, la incomprensión y los patrones que heredamos y contra los que luchamos. Siento que se haya entendido así. De todas maneras gracias por tu comentario.
Hola, pienso que debiste escribir como una experiencia propia y no generalizarlo a todas las madres. Me da la impresión de que tuviste carencias afectivas en tu infancia y ahora tienes la impresión de que el resto de las madres también las tuvimos.
Soy mamá de dos, de tiempo completo; y no me identifico con lo que leí.
Saludos.
Enhorabuena. Gracias por tu opinión, de verdad, todas las opiniones son bienvenidas. Dejando mi infancia a un lado, muchas mamás sí han tenido carencias afectivas en la infancia. Y para ellas es el post. Te mando un saludo 😉
El apego es una realidad natural tanto para el bebé como para su mamá. El maternaje es para mi uno de los claros ejemplos de conocimiento inductivo, que tiene que ver con el conocimiento de especie, no con los instintos. Me parece que la cultura y las modas van alterando y cambiando e interfiriendo en el progreso de la crianza.
Yo me emocioné al leer el título ya que, es cierto, el tem de la crianza con apego la leo por doquier y no la comparto. Tampoco estoy de acuerdo con este artículo, no fue lo que esperaba, fue todo lo contrario. Ese “psicologizar” el pasado de las madres, esa idea del “contro emocional” “inteligencia emocional” y esos términos tan de moda que señalan que con la diosa Voluntad, lo pueden todo, puedes perdonar a tu madre, etc. Lamento considerar todas estas ideas moralizantes completamente equivocadas. Somos productos de nuestro tiempo, artífices humanos, sin esencias sin sustancias, producto de una creación humana forjada a través de la maravillosa historia del hombre. No hay recetas de felicidad ni traumas que curar, reaprender es un deber es cierto, pero en mi opinión,a pesar de la redundancia, se reaprende a través de las ideas, de los conceptos, así como del reconocimiento de nuestra artificialidad.
Gracias por tu opinión de todas formas