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Sabes, hoy estoy de bastante mal humor. He dormido poco. Me he despertado mucho por la noche y me ha costado dormirme. Además he tenido que hacer todo el día actividades tediosas. He estado en lugares donde no quería estar. Me he tenido que poner ropa con la que no me sentía a gusto y he tenido que comer algo que no me agradaba en absoluto. No ha sido mi día. Me he pasado todo el tiempo irritable, enfadada, contestando mal. Me molestaba cualquier cosa que me dijeran.

Y, claro, a veces he perdido el control y he gritado a las personas que se cruzaban en mi camino. Me he negado a vestirme y a comer lo que no quería, pero me ha dado igual. Lo he tenido que hacer. Al final del día sólo quería que de dejaran en paz. No aguantaba ni una petición más sin perder el control. 🙁

¿Te suena? ¿Te has sentido así alguna vez? Yo sí. Muchos días. Hay días que no me aguanto ni yo. Todo me parece mal, todo me sale mal y todo me molesta. No me gustan esos días, no me gusta estar así. Y cuando me pasa, aunque no quiero, pierdo en control de mis emociones. No puedo cambiar mi estado.

Ahora quiero que vuelvas a leer estas líneas pensando que es tu hijo o tu hija los que te habla. La diferencia entre ellos y yo es que ellos o no saben hablar o no saben expresar sus emociones, y además no tienen el desarrollo cerebral suficiente para auto controlarse. Si te pasa a ti, imagina cuando les pasa a ellos.

Ahora quiero que pienses en qué te pasa a ti, o cómo llegas normalmente a esas situaciones. Quizá no dormiste bien, quizá tenías un tema que te preocupaba. Quizá, como una mamá sugirió en el grupo de Mamás Criando en Equilibrio. Es posible que tú también estabas en la fase pre menstrual de tu ciclo -ahora que no nos oyen los hombres, tenemos que reconocer que nos afecta mucho-. Analiza los factores internos y externos que han podido influir en tu estado de ánimo.

Piensa que tu estado emocional también afecta mucho a tus hijos. Esto no lo digo para que te sientas culpable, al contrario, te estoy dando una herramienta para que las cosas estén un poco mejor: si sabes qué te afecta a ti y mantenerlo bajo control, es posible que el bienestar emocional de ambos cambie. Sentir lo que debe estar sintiendo tu hijo o hija, también te puede ayudar a sentir empatía por él, en lugar de ponerte a gritar o dejar de sentir que él o ella te están amargando el día. También son humanos y no hacen lo que hacen por hacernos la vida imposible. No tienen el desarrollo cerebral suficiente para eso, sobre todo si todavía si son menores de cuatro años.

Cuanto te pase, cuando te des cuenta de que te vas a desbordar, quizá te ayuden los tips de esta guía para Dejar de perder el control con mi hijo que escribí para ayudar a las mamás a estar en un estado calmado cuando sus hijos hacen berrinche o están insoportables. Puedes leerla para estar preparada para cuando uno de esos momentos llegue. Es muy breve y práctica. Puedes descargarla en este enlace.

Tú lo sabrás mejor, pero probablemente no habrán dormido bien, estarán fuera de su rutina o les habremos forzado para estar en actividades que no son propias de niños. Créeme, cuando yo lo hago, mi hija se sube por las paredes y acabamos con un día horrible las dos.

Ahora te pregunto:

  • ¿qué puedes hacer para darte cuenta de tu estado y el de tu hijo o hija?
  • ¿Dónde has forzado “la máquina”?
  • ¿Qué has aprendido?
  • ¿Qué puedes delegar o dejar para otro momento otro día?
  • ¿Qué cambiaría tu día a partir de ahora?
  • ¿Qué quiere hacer tu hijo o hija?
  • ¿Que juegues con él/ella?
  • ¿Que le prestes atención?
  • ¿Que dejes todo y le hagas caso?
  • ¿Por qué no probar a hacerlo?
  • ¿Por qué no poner música y empezar a saltar y a cantar juntos y a dejar todo lo demás para otro momento?
  • ¿Haría eso algún cambio?
  • ¿Qué tal descansar, dormir una siesta o regresar a casa?

 

Quizá pueda funcionar. No lo sabrás hasta que no lo pruebes. Y luego puedes contármelo en los comentarios abajo del post.

Si crees que necesitas que yo personalmente te ayude para este u otro problema que tengas con la crianza, con tu hijo o tu pareja, si sientes que no estás dando lo mejor de ti a tu familia, que necesitas ayuda, puedes pedir una cita de descubrimiento conmigo enviándome un correo a eva@criandoenequilibrio.com, y en ella te explicaré cómo te puedo ayudar a través de mis servicios de Coaching o asesoría de crianza individualizados, personalizados, para que juntas, diseñemos la forma más adecuada para ti, tu hijo y tu familia de solucionar este problema y yo te acompañe en el proceso hasta que consigas el resultado que deseas.

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Te mando un abrazo cargado de paciencia.

 

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